

Muchas personas están acostumbradas a hacer la cama ni bien de despiertan. Esto les da una sensación de orden, rutina y prolijidad. Sin embargo, especialistas en higiene y salud ambiental advierten que este hábito, por más bueno que parezca, puede ser contraproducente.
Según detallan, durante la noche, el cuerpo transpira, elimina células muertas y humedad que queda atrapada entre las sábanas y el colchón.
Durante la noche, el cuerpo transpira, elimina células muertas y humedad que queda atrapada entre las sábanas y el colchón. (Foto: Adobe Stock)
Al estirar y cubrir la cama inmediatamente después de levantarse, toda esa humedad queda encerrada, generando un ambiente ideal para la proliferación de ácaros y bacterias. Estos microorganismos no solo pueden afectar la higiene del colchón, sino también provocar o agravar alergias, asma o problemas respiratorios.
Un estudio realizado por la Universidad de Kingston, en Reino Unido, demostró que dejar la cama destendida por un tiempo ayuda a ventilar el colchón y reduce significativamente la presencia de ácaros.
Para mantener una buena higiene sin renunciar a la rutina, los especialistas sugieren:
Fuente: TN