

Luego de haber asistido a 25 pacientes en la última semana por intoxicación con monóxido de carbono, el Hospital de Niños “Sor María Ludovica” de La Plata emitió un comunicado para que las familias puedan prevenir estos eventos – la mayoría ocasionados por la calefacción con braseros – y los profesionales de la salud tengan presente en la consulta estos cuadros “como diagnostico diferencial”.
En esa línea, desde el centro de salud pediátrico de referencia de la provincia de Buenos Aires, indicaron que los médicos deben brindar información a sus pacientes sobre esta problemática que se da con más frecuencia en las estaciones frías, independientemente de su localización geográfica, nivel socioeconómico o educativo.
El monóxido de carbono (CO) es un gas extremadamente peligroso, conocido como el “asesino invisible” porque no tiene olor, color ni sabor, y no irrita los ojos ni la nariz. Esto hace que su detección sea muy difícil, lo que aumenta el riesgo de intoxicaciones graves e incluso la muerte.
El monóxido de carbono se produce por la combustión incompleta de materiales que contienen carbono, como gas, petróleo, carbón, madera, plásticos, entre otros. Cualquier artefacto que utilice estos combustibles – calefones, estufas, cocinas, calentadores, motores de combustión – puede generar CO si no funciona correctamente o si hay una ventilación deficiente.
La acumulación de este gas en ambientes cerrados puede afectar gravemente nuestra salud, ya que reduce la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, afectando principalmente al cerebro y al corazón. La falta de oxígeno puede causar desde dolores de cabeza y mareos hasta pérdida del conocimiento y paro cardiorrespiratorio.
Los signos que pueden alertar una posible intoxicación por este gas son: dolor de cabeza, mareos, somnolencia, debilidad, náuseas, vómitos, pérdida del conocimiento, convulsiones, palpitaciones, dolor en el pecho y, en casos graves, paro cardiorrespiratorio.
Ante estos síntomas, es crucial actuar rápidamente y abrir puertas y ventanas para ventilar, retirar a la persona del ambiente contaminado, buscar atención médica de inmediato, informando sobre la posible exposición al monóxido de carbono.
Para detectar la presencia de monóxido en el ambiente hay que tener en cuenta estos indicios: